EL MILAGRO DE DAIMIEL

Atardece en Daimiel, es 27 de agosto y el calor comienza a dejar de apretar, es el momento de visitar las Tablas y este año están sorprendentemente bellas…

El problema
El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, uno de los que quizá haya sufrido más el impacto de la acción del hombre en este país, lleva en peligro de extinción varios años. Desde antes de que los Ojos del Guadiana, uno de sus mayores surtidores, dejaran de echar agua; desde antes de que Félix Rodríguez de la Fuente denunciara la necesidad de la protección de este enclave, Las Tablas se estaban muriendo.
Este parque, que tiene sobre su cabeza la amenaza de la UNESCO de perder la calificación de monumento natural, es una zona donde la planicie de la orografía manchega produce fácilmente el desbordamiento de los ríos Guadiana y Cigüela que unidos a un enorme acuífero forman sobre la superficie una finas láminas “tablas” de agua. La riqueza natural del espacio es sorprendente y el agua que en principio parece estancada de ningún modo lo está, aunque es impresionante el caldo o sopa que se crea para los animales y del cual se alimentan. El el no hay solo verduras también hay moluscos y hasta fino marisco.
Durante los últimos años este espacio protegido ha sufrido tremendamente por la sobreexplotación de su acuífero que se ha visto gravemente medrado. Esta gravedad se ha observado claramente en el suceso que ocurrió durante el año 2009. La turba acumulada durante miles de años, al calentarse por culpa de las grietas aparecidas en el terreno a causa de la sobreexplotación de los acuiferos, permiten que el calor se cuele al subsuelo junto con el oxigeno donde esta comienza a arder. Lo más grave es quizá que así como en la superficie uno sabe donde está el foco del incendio, en las profundidades, no hay quien se aclare. Así al consumirse el material por el fuego este queda reducido a cenizas creando oquedades que hacen que el terreno falle y se hunda una media de 2 metros cambiando la geomorfología de las tablas que quizá pasaran a ser "las hueveras de Daimiel" al hundirse en varias zonas consecutivas el terreno.

La población y un problema con difícil solución
En el hotel donde estuve había un cartel que destacaba que el agua era un bien escaso en Castilla la Mancha. Los vecinos de la zona lo saben, pero saben también que han de vivir de la agricultura y que eso supone explotar los acuíferos para obtener agua. Esto no es una práctica nueva de hoy, y ahí lo llevan haciendo años y años. En las fincas de los alrededores pueden verse bellos y antiguos pozos que ya están secos, pero quizá con el comienzo de la agricultura extensiva esto se ha vuelto una práctica muy común y tan perfeccionada que el acuífero esta sufriendo mucho el uso de su sangre.

Difícil solución tiene este problema porque gracias a la agricultura la gente puede seguir habitando estos lugares que si no sufrirían un profundo despoblamiento y además están en su derecho de usarlos. El problema es que conseguir un equilibrio ¡es algo tan difícil! Pero ellos mismos están convencidos de que deben cambiar esta tendencia hasta lograr que sean todos quienes salgan beneficiados porque como bien dice el refrán: ¡pan para hoy, hambre para mañana! Es decir que si no ponen empeño hoy en la preservación de los acuíferos y más que nunca ahora que pasamos una época más seca, mañana morirán de hambre. Al fin y al cabo ese es el medio que deben de habitar; un medio que comparten con miles de animales. Quizá sean ellos a quienes les pase, o quizá a sus hijos y nietos; y ese acuífero que son las familias y habitantes de Castilla, si que sería una pena que secara para siempre echando a perder con ello parte de nuestra cultura.

“El milagro”
Después de grandes años de sequía, de ver cómo desaparecían verano tras verano las aguas de la superficie, este año las lluvias intensas del invierno han hecho que la escena cambie por completo. A estas alturas del año, las Tablas siguen con agua y la vida bulle entre sus charcas, llanuras e islas.
Merece pues la pena ver cómo el trasvase de agua que se ha realizado y las abundantes lluvias han salvado este maravilloso lugar. Ahora se trataría de procurar hacer una mejor gestión por parte de los lugareños de los recursos dándose cuenta además que este Parque Nacional es también uno de sus recursos.